08 julio 2007

Aplican innovador sistema para limpiar petróleo en bahía de San Vicente

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Se trata de un método "amigable" con el entorno que será implementado por el británico Stephen Michael Mudge, quien ha participado en experiencias similares en Europa y Norteamérica. En tanto, un consorcio de la U. de Concepción se adjudicó el proyecto de Evaluación de Daño Ambiental y Económico para la zona.

Un método avanzado y ambientalmente amigable de limpieza de la bahía de San Vicente, que fue contaminada por un derrame de petróleo de la empresa estatal ENAP, es el que implementará en ese sector costero de la Octava Región el experto británico de la Universidad de Wales, Stephen Michael Mudge.

El profesional fue presentado este miércoles por el intendente regional en ejercicio del Bío Bío, Jorge Oyarzún, junto al director regional de la CONAMA, Bolivar Ruiz.

En la oportunidad se informó que la Universidad de Concepción, mediante una asociación de distintas facultades, se adjudicó el proyecto de Evaluación de Daño Ambiental y Económico para la zona afectada por el derrame de petróleo.

Se informó al respecto que tanto la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, como las autoridades regionales, habían solicitado que se implementara una técnica de limpieza del litoral recientemente afectado por el derrame de petróleo que consistiera en la disolución de la fracción residual del crudo que aún se mantienen en las playas y superficies rocosas, mediante un método avanzado y ambientalmente amigable.

Es así como se contactó al especialista europeo, quien ha participado en experiencias similares en Europa y Norteamérica, entre ellas el derrame de Exxon Valdez en 1989.

Se indicó que el proceso de limpieza que se aplicará a la bahía de San Vicente se realizará utilizando un solvente biológicamente derivado, no tóxico y que expuesto al aire no se evapora. Esto provocará que el crudo sea arrastrado desde las rocas para ser posteriormente recuperado desde el agua. Debido a que este solvente es biológicamente derivado, se metaboliza fácilmente en el ambiente, estimulando, además, las bacterias naturales en el agua y en las playas para degradar el petróleo.

El área litoral de las playas afectadas será rociada con el solvente biológicamente derivado y el petróleo disuelto será recuperado después que la marea lo levante desde sedimento. Cualquier resto que permanezca será degradado de manera natural por las bacterias que viven en el mar.

El director regional de CONAMA Biobío especificó que lo primero será “estructurar un plan de trabajo mucho más acotado. Vamos a dar preferencia a las áreas que nos interesan como sector público, comenzando por las áreas contundentemente más afectadas, que son caleta Infiernillo y Lenga, pero también prestaremos especial atención a las áreas de manejo de los sindicatos pesqueros”.

Por su parte Stephen Mudge, quien es también profesor visitante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, señaló que “los compuestos del petróleo son tóxicos y removerlos es un beneficio rápido, particularmente para las especies (de fauna) juveniles que pueden entrar a la cadena alimenticia. Esta tarde comenzamos con el plan de trabajo, localizando los lugares más afectados y en pocas semanas comenzaremos la limpieza efectiva de éstos”.

Faenas pesqueras

En tanto, con el propósito que el área pesquera pueda reanudar sus labores lo antes posible, un equipo relativamente pequeño de trabajadores capacitados actuará en aquellos lugares clave donde permanecen restos de petróleo. Los sitios afectados, serán evaluados para asegurar que el petróleo no presente una amenaza para el público o el ambiente.

Actualmente la limpieza de zonas afectadas tras un derrame de petróleo, puede ser abordada de diversas maneras, pero la experiencia ha demostrado que muchos de aquellos métodos producen sobre el ecosistema efectos aún peores que el mismo crudo. Por ejemplo -detalló un comunicado de la Conama Bío Bío-, durante el primer gran derrame producido por un taquero, el Torrey Canyon, en 1966, los detergentes aplicados sobre las playas mataron más animales que el petróleo.

Evaluación de daños

Por otro lado se indicó que la autoridad medio ambiental coordinó la elaboración de los términos de referencia de la licitación del proyecto “Evaluación del daño ambiental y económico generado por el derrame de petróleo proveniente del terminal B de ENAP en la bahía de San Vicente, Talcahuano”, que según anunciaron las autoridades regionales, fue adjudicado a un consorcio de la Universidad de Concepción.

El objetivo del proyecto es diagnosticar y evaluar en el tiempo el posible daño ambiental originado en la Bahía de San Vicente y las áreas afectadas, a raíz del derrame de petróleo ocurrido el 25 de mayo de 2007, mediante el análisis y monitoreo de distintas variables ambientales y la evaluación ecológica y económica de los daños generados.

El consorcio deberá determinar además el impacto económico y social generado por el derrame de petróleo sobre las actividades que se desarrollan en el área de influencia, aplicando un enfoque de análisis costo-beneficio y costo-eficiencia.

Bolivar Ruiz aclaró que además “se deberá determinar y precisar cuáles son las medidas de restauración que se requieren para intentar llevar a la bahía al estado en que se encontraba antes del derrame y una estimación de los costos de éstas (…) No nos interesa tener de aquí dos años un informe, por lo que se les ha exigido que a los 30 días de firmado el contrato el Consorcio debe entregar un preinforme respecto de donde están los principales daños y cómo hay que atacarlos”.

Tomado de: El mostrador.cl

Para más información revisar el trabajo de Pereira & Mudge

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